EL
CURIOSO MUNDO DE DAVID
David era un joven de 16 años que
desde muy pequeño vivió en un orfanato,
pues no se sabía mucho acerca de su
familia. Era un chico que siempre
mantenía una bella sonrisa en su rostro, a la vez era un chico raro y callado,
hacia movimientos lentos para caminar y para coger objetos; definitivamente no
era igual que los demás, pues era el chico que todos miraban desagradablemente,
decían que al parecer no era de este mundo o que quizá vivía en uno de fantasía, y si… Así
era, vivía en un mundo donde la tristeza y los malos sucesos de la realidad no
existían.
David sufría de una rara enfermedad mental que le quitaba
la posibilidad de entender lo que sucedía a su alrededor, no podía percibir
ningún sentimiento ni emoción que proviniera de la supuesta realidad: por esto
hayo la manera de vivir feliz en su mundo, en este caso en su mente.
Cada día vivía historias
maravillosas ya que la imaginación era su mayor cualidad y dentro de esta no
existía la palabra tristeza.
Un día llego un médico al orfanato y empezó a visitar a David todos los meses, Ese
día el médico traía consigo quizá la cura para
su enfermedad, los científicos habían creado una inyección que con solo
una dosis resolvía su problema.
Obviamente David no podía escoger
si quería o no inyectarse, pero el doctor creía que era lo mejor para él y lo
hizo.
A la mañana siguiente David despertó siendo una persona normal, sus
cuidanderas y sus compañeros estaban muy
felices por esto, pero él no entendía lo
que pasaba, quizá, creía que estaba aventurando en otra historia en su
incognito mundo, pronto le enseñaron como se vive en la realidad, entonces
aprendió lo bonito y lo feo de la vida;
a diferenciar felicidad y tristeza, a sentir y tener emociones buenas o
malas; claro también aprendió que era una familia. Empezó una larga búsqueda por descubrir, fue entonces cuando supo que
sus padres eran adinerados pero que lo habían botado por su enfermedad.
Cuando David se entero quiso
suicidarse, pero luego entendió que el
amor que no le dieron sus padres se lo habían dado en el orfanato, sin embargo no se motivaba
hacer nada, no hablaba con nadie, se
aislaba a punto de decir que prefería
volver a tener su enfermedad, porque allí si tenía un mundo de felicidad. Así vivió un año y en medio de su tristeza regreso a visitar
el orfanato y se encontró con Lady una
compañera que le gustaba mucho.
David encontró la felicidad con
Lady, juntos empezaron a hacer sus sueños realidad y aprendieron a vivir en esta vida que
algunas veces es algo injusta y triste.
Su tiempo de felicidad fue muy
corto, a David le quedaban muy pocos
días de vida. Él había
sido un conejillo de indias le había puesto una inyección mortal, un día
antes de su muerte escribió una carta que decía:
“Tuve la oportunidad de vivir en
una realidad maravillosa, con seres especiales que me brindaban amor y
felicidad, pero la desaproveche pensando que la vida solo era tristeza y que no
se parecía al mundo en el que vivía. Ahora que encontré la verdadera felicidad
quisiera poder vivir unos segundos, minuto o al menos un instante más para
poder disfrutar, solo puedo decirle a Lady y a todos los millones de personas
que disfruten su vida porque siempre hay alguien o algo que la hace especial”
Santiago Lesmes
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