Obedece a tu madre
Cuando era pequeña
mi madre siempre me decía que no buscara lo que no se me había perdido, perdido
cuando un amigo me contó la historia de la bruja de mi pueblo no lo pude
evitar.
La historia dice que
un jueves a las tres de la mañana se debe ir a buscar a una bruja en el
cementerio o, si se cuenta con la suerte de encontrarla vamos a ver a una
criatura realmente horrorosa, pero no
debe gritar, ni mirarla a los ojos, ya que terribles cosas pasarían a
quien lo haga, pero si pasamos tres minutos juntos con ella, ganaríamos un
deseo
Así que con mi amigo
decidimos ir e intentar aquella aventura, sin saber la maldición con la que
cargaríamos.
El jueves a las 2 y
55, entramos al cementerio y comenzamos a
recorrerlo y
exactamente a las 3:00 sentimos una extraña vibra, una negra vibra, mi amigo y
yo nos giramos a ver y efectivamente la
criatura más horrorosa que jamás habíamos visto estaba allí, detrás de
nosotros, era una mujer realmente grande, gran parte de su cabeza era calva y
su piel era de un tono verdoso, además su dentadura consistía en colmillos
filosos, al segundo que la vi baje mi mirada al piso, pero mi amigo no resistió
la curiosidad y la miro a los ojos, fue en ese momento cuando todo se vino
abajo. La bruja emitió un graznido que hizo que se me helara la sangre, lo peor
fue cuando cogió a mi amigo con sus garras y lo comenzó a torturar, era realmente
terrible, y cuando la bruja empezó a comerse a mi amigo fue cuando grite, más
tarde me daría cuenta de mi error, de repente todo empezó a dar vueltas a mi
alrededor y entonces algo golpeó mi cabeza.
Me desperté en una habitación del hospital y
junto a mi había una hoja que decía: ¡pronto iré por ti!...
Evelin Dayana Arias